Hoy teníamos una excursión a la E.M.A (Empresa Municipal de Agua), así que nada más llegar al colegio, nos preparamos y fuimos en busca del autocar que ya nos esperaba. Ya estábamos llegando, cuando… de repente, la conductora dio un giro brusco y dijo por el megáfono: - Chicos, chicas y profesoras ¡cambio de planes, iremos a otro sitio! Esto nos asustó a todos, ¡no sabíamos a donde nos llevaba! Cuando se supone que estábamos llegando al sitio donde nos llevaba vi un cartel en el que ponía “PROHIBIDA LA ENTRADA”. Cuando salimos del autocar, la conductora dijo que tuviésemos cuidado y que no nos separáramos del grupo. La seguimos y llegamos a una especie de fábrica abandonada. Yo me detuve a mirar una cosa y cuando me quise dar cuenta ya se habían ido; intenté encontrarlos, pero me perdí. A los pocos segundos apareció una señora que me dijo: - He capturado a tus compañeros, a tus compañeras y a tus profesoras. Si quieres saber dónde están, tendrás que resolver el misterio de los globos que explotan sin tocarlos. Yo acepté el reto. Para comenzar me dio globos y una lupa; lo primero que hice fue poner el globo de color blanco donde le diese el sol y con una lupa apuntar hacia él para que los rayos se concentraran en un punto. Estuve esperando un rato, pero al ver que no explotaba, lo dejé. Luego me acordé de que María Jesús, la profe, nos había enseñado un vídeo de los tipos de luces y recordé que los globos blancos eran imposibles de explotar, porque todos los tipos de luces que le llegaban se reflejaban. Después probé con un globo negro y nada mas acercar la lupa explotó. ¡Vaya rapidez y vaya susto que me llevé! Volví a recordar el vídeo y entendí que el globo negro absorbe todos los tipos de luces que le llegan y al recibir tanta energía y aumentar su temperatura, explotaba muy rápido. El siguiente globo que usé fue el de color rojo; éste no explotó tan rápido como el negro, pero casi. Esa rapidez ¿se debería a que era de un color bastante oscuro? El último globo que usé fue uno de color rosa; este globo tardó más en explotar. Y fue así porque era de un color más claro. Estaba empezando a plantearme si ocurriría siempre que los globos de colores más oscuros explotan antes que los de colores claros. Lo que parecía seguro es que cuanta más luz fueran capaces de absorber, más rápido iban a explotar y a menos energía absorbida, más tarde explotarían. Después de terminar el experimento la señora me dijo que ella había cronometrado cuanto tiempo había tardado cada globo en explotar y este fue el orden de más rápido a más lento: globo negro, globo rojo, globo azul, globo amarillo y globo rosa claro. El globo blanco no explotó por mucho que lo intenté. Al terminar, la señora me dijo que, antes de decirme donde estaban mis compañeros y profesores, tenia que responder esta pregunta: ¿por qué vemos los globos de distintos colores, si todos están iluminados por la misma luz, la del sol?” Me volví a acordar del vídeo y esto fue lo que le contesté: la luz del sol contiene muchos tipos de luz. Los globos los vemos de distintos colores porque de los distintos tipos de luz que llegan al globo. los absorbe todos menos el que refleja, que es precisamente el que nos hace ver el globo de ese color. Cuando me llevó hasta donde estaban todos, les conté lo que me había pasado, y al llegar a clase, María Jesús dijo que tenía que contaros en un cuaderno con todo lo que sabía. ¡Aquí lo tenéis!